INFLAMACIÓN DE LA MUCOSA GÁSTRICA (GASTRITIS)

No es una afección única, más bien corresponde a un grupo de afecciones que tienen en común inducir alteraciones inflamatorias en la mucosa gástrica con injuria y regeneración de la misma.

Si la injuria de células epiteliales y la regeneración no se acompaña de inflamación se llama gastropatía.

La gastritis se clasifica según el tiempo de su aparición en agudas, poco tiempo y crónicas, mucho tiempo.
Difiere en sus aspectos clínicos, características histológicas (mediante la observación de un trocito de tejido con el microscopio) y mecanismos causantes.

Se pueden clasificar en agudas o crónicas de acuerdo a:

1) al  tiempo transcurrido desde la duración de los síntomas; 
2) a las características del infiltrado inflamatorio de la mucosa del estómago observadas con el microscopio (se obtiene un pedazo milimétrico del estómago al realizar una endoscopía); en las agudas predominan los glóbulos blancos neutrófilos y en las crónicas las células linfocitos, macrófagos y  células plasmáticas.
3) a la forma en que se distribuye en el estómago. 
La gastritis aguda suele estar relacionada con transgresiones dietéticas (comer en exceso, masticación insuficiente, comidas muy condimentadas, contaminación de alimentos con bacterias, abuso de alcohol o tabaco). 
Los síntomas más frecuentes son molestias en la “boca del estómago”, nauseas, vómitos, flatulencias, sabor desagradable. 
Otra causa de gastritis es la ingesta prolongada de medicamentos antiinflamatorios utilizados en personas con afecciones articulares crónicas, cefaleas a repetición o episodios frecuentes de jaqueca.

En los últimos años se ha agregado la gastritis por Helicobacter Pylori, desde que el doctor Marshall ingiriera un cultivo de dicha bacteria para probar el curso agudo de la enfermedad.  Según refiere el mismo en sus publicaciones, después de ingerir el cultivo contaminado, durante las primeras 24 hs, notó un incremento en el peristaltismo abdominal. Luego se tornó asintomático hasta el séptimo día, cuando comenzó a sentir plenitud en la “boca del estómago” (epigastrio), nauseas y vómitos los que desaparecieron hacia el día catorce.

Hoy ha podido establecerse que  en todo el mundo ,la causa mas frecuente de gastritis crónica es la infeccion por Helicobacter pylori   que en  aquellas personas susceptibles al germen , provoca un daño progresivo de la mucosa gástrica y esta ahora aceptado que también tiene un rol causante en enfermedades como la ulcera duodenal, ulcera gástrica, linfoma de tejido linfoide (MALT) mucosa associated lymphoid tessue en ingles, y adenocarcinoma gástrico, por lo cual está indicado su tratamiento con antibióticos y bloqueantes de la bomba de protones que permite actuar a los antibióticos.

El Helicobacter Pylori induce en personas predispuestas una inflamación crónica intensa y destruye la membrana mucosa protectora . en la que se pierden glándulas gástricas. La atrofia es el paso siguiente ,cuando el infiltrado inflamatorio se extiende a porciones más profundas de la misma mucosa lo cual puede provocar   progresiva distorsión y destrucción de las estructuras glandulares.

Con el tiempo,   además de inflamación se asocia con adelgazamiento mucoso, pérdida glandular y cambian las células intestinal  las se reemplazan por células de tipo epitelial  lo que  denomina metaplasia intestina

Esta situación llamada metaplasia intestinal para algunos especialistas podría  predisponer con el tiempo a cambios celulares de tipo neoplásico. En la actualidad no hay un criterio establecido sobre la necesidad o no de un control periódico de ésta situación y de las implicancias a largo plazo de estos hallazgos histológicos (estudio de los tejidos).

Si progresa a formas mas severa en un bajo porcentaje de pacientes 2 al 3% en un estudio realizado en los Países Bajos sobre 98.000 casos con atrofia y metaplasia intestinal  se registro un riesgo de cáncer gástrico durante 10 años.

La gastritis  crónica  superficial ,  en forma inicial está limitada a la lámina propia de la mucosa.  

La gastritis que predomina en el antro gástrico se relaciona con el H.P. y su erradicación resuelve los signos inflamatorios.

La mayor parte de las personas atribuyen a una gastritis toda manifestación vinculada al abdomen superior, ya sea de plenitud, saciedad, dolorimiento o moderada acidez lo cual habitualmente se clasifica como Dispepsia que es un trastorno funcional por que no tiene estructuras alteradas diferente a la gastritis por Helicobacter donde se modifica la mucosa del estomago.

Si bien habitualmente puede vincularse a transgresiones dietéticas o malos hábitos alimentarios la persistencia de los síntomas y/o la poca respuesta a las medicaciones que se obtienen sin prescripción médica como ser antiácidos, etc. requieren la consulta al médico para establecer el origen de las molestias referidas.

GASTRITIS, ADENOCARCINOMA GASTRICO

En un estudio publicado en el American Journal Of Gastroenterology de Agosto del 2016  en el que los autores hacen una revisión de 4431 casos provenientes de la empresa de salud Kaiser con alteraciones en el estudio endoscópico del estomago entre los años 1997 y 2006, observaron que en 4146 casos en donde en la endoscopia inicial se encontró metaplasia intestinal en la biopsia gástrica, un 0,5% fueron diagnosticados como adenocarcinoma después de un año y luego de un año otros 0,4% fue diagnosticado como adenosea. El tiempo promedio requerido para que progrese de metaplasia a adenocarcinoma fue de 6 años.

En los 141 casos en los que se encontró una displasia de bajo grado 3,5% fueron diagnosticados como adenocarcinoma luego de la endoscopia inicial. El tiempo medio requerido para progresar al cáncer fue de 2.6 años.

En los 44 casos donde se encontró displasia severa un 59% desarrollo adenocarcinoma dentro del año. Un 4,5% de estos casos fueron diagnosticados luego del primer año.

En los casos de displasia de bajo grado, la incidencia del carcinoma fue diez veces más alta que aquellos con solo metaplasia intestinal.

Entre los riesgos de una evolución al carcinoma están los mayores de 70 años, la presencia de metaplasia intestinal extensa en las muestras obtenidas durante el estudio endoscópico inicial, los antecedentes de cáncer gástrico en la familia y el habito de fumar.

Estos Hallazgos no apoyan la indicación de controles endoscópicos de rutina como control para los casos gastritis con metaplasia intestinal en ausencia de factores agregados de riesgo, pero si debe realizarse este control periódico cuando existe el riesgo aumentado como los ya mencionados.  En este caso el control endoscópico parece ser razonable a pesar de que para poder establecer cuáles son los intervalos adecuados requiere más datos.